“A principios de 2017 se presentaba un año intenso de conciertos con mi banda Doctor Prats, así que me propuse dar un paso adelante y hacerme con unos auriculares a medida. Hablando con mi amigo y admirado baterista Miguel Lamas, sobre este tema, me dijo: “Deberías probar los Earprotech, están hechos en Málaga y suenan que te cagas”. La verdad es que existen varias opciones en el mercado, pero el hecho de que sea una marca española con una calidad tan alta y un servicio al cliente tan cercano, hizo que apostara por ellos. Además tenía muy buenas referencias, no sólo de Miguel, sino de otros amigos míos como Lucas Jiménez y Deivhook.
Pedí unos Bandido E4 Pro, y desde que los utilizo, la percepción y el disfrute encima del escenario han cambiado completamente. Están a otro nivel.
La primera gran ventaja respecto a unos auriculares in-ear estándar es que, al estar hechos a medida, no tienes que recolocártelos en la oreja constantemente. Puedes sudar, saltar y mover la cabeza todo lo que quieras, que no se moverán de ahí en todo el concierto.
Y luego está la increíble claridad del sonido. Jamás había oído una mezcla de monitores con tanta claridad. El sonido no se emborrona, se puede distinguir cada instrumento claramente, con lo cual puedes ser más preciso en la mezcla. El hecho de que tenga varios altavoces dedicados a diferentes rangos de frecuencia, hace que se disminuya la distorsión y se oiga todo con más claridad. Nunca antes había oído el bajo con tanta definición y punch en unos auriculares. Nada de bola de graves ni distorsión. Además se escuchan con claridad todos los matices en las frecuencias más altas (trasteo, slides, etc). Y el sonido empasta súper bien con el bombo y la caja.
De hecho, me gustan tanto que no sólo los utilizo en directo, sino también los utilizo cuando grabo en estudio. E incluso los utilizo para escuchar música en mi tiempo libre.
Además, el trato con Jaime y todo el equipo es excepcional. En mi caso se tuvo que retocar el molde un pelín porque al principio no estaba cómodo al 100%. Me los enviaron de vuelta, ya retocados, en sólo un par de días, y el feedback durante toda la gira ha sido constante. Me siento muy bien respaldado.
Estoy a punto de finalizar una gira de 80 conciertos con los Bandido E4 Pro y no puedo estar más satisfecho. He disfrutado en los escenarios como nunca antes, y en gran parte es gracias a ellos.”
El batería Coki Giménez nos da sus primeras impresiones sobre los nuevos Bandido E4 Pro
He sido usuario de cascos desde que empecé a dedicarme profesionalmente a la batería, y esto se remonta hasta el año 2000. Por tanto, han sido muchos los modelos de cascos que he probado y utilizado en todo este tiempo. Lo más habituales han sido los Senheiser HD 25, unos cascos que, desde mi punto de vista, funcionan genial para un batería gracias a sus graves. No obstante, probé otras marcas de cascos, pero ya eran modelos in-ears, aunque no de molde personalizado ni customizados.
Así que no fue hasta el año pasado, en 2016, cuando me vi realmente en la necesidad de invertir en unos in-ears customizados, ya que comencé a trabajar con Dani Martín y teníamos un concierto en Las Ventas (Madrid), en el que nada podía fallar. El montaje era bastante potente y no iba a haber ni un ampli ni monitores encima del escenario. ¡Ya os podéis imaginar!
Fue entonces cuando comencé a indagar y localicé una empresa malagueña que fabricaba in-ears a medida. Me puse en contacto con ellos y, para empezar, encargue un modelo de dos vías: los Bandido E2 Pro. Según me dijeron, para un batería sería suficiente. Y así lo fue, ya que el periodo de adaptación no superó la semana, y esto se produce porque el pabellón auditivo se tiene que ir acostumbrando al encaje a medida, que hace la silicona blanda con que están fabricados, en el oído. A partir de entonces, no me separé de ellos.
Las primeras ventajas que comencé a percibir fueron el aislamiento que consiguen respecto a lo que pasa en el escenario, frente a unos cascos convencionales y/o unos in‐ears que no sean a medida. También noté que el volumen que manejas es mucho menor que con unos cascos convencionales, por lo que el cansancio auditivo se rebajamuchísimo. Por decirlo de alguna manera, tú oyes lo que sucede a través del micro (en el caso de la batería), por lo que tu manera de tocar es mucho más dinámica.
Los Bandido E2 Pro fueron todo un descubrimiento, pero me faltaba algo más. Poseen un grave muy bonito pero, para mi uso, comencé a echar en falta el refuerzo de agudos que le podrían dar una vía más. Así que mi siguiente paso serían los Bandido E3 Pro. Y, entonces, fue cuando los chicos de EarProtech me ofrecieron la oportunidad de poder testear un prototipo de lo que, a mi parecer, son unos monitores bestiales: los Bandido E4 Pro.
Enseguida noté la primera mejoría, y es que, de repente, la voz del artista sonaba espectacular, y todo el abanico de agudos (sobre todo, los platos en la batería) adquirían un color diferente. Los oía muy definidos pero cálidos, nada “chirriantes”. Las guitarras se definen perfectamente, respetando el color que cada instrumentista le brinda. Pero, lo del bajo es caso aparte ya que, además de poseer unos graves muy potentes, están superdefinidos.
Bien es cierto, que debo añadir que tenemos como técnico a un profesional excepcional como es Bori Alarcón, el cual nos manda una mezcla muy balanceada. Pero, imagínate si el motor de los cascos no respondiera correctamente, estoy seguro que no podría obtener la mezcla definitiva que tengo a día de hoy.
Tanto Jaime como Álvaro de Earprotech me han pedido que le saque todos los defectos posibles a los nuevos Bandido E4 Pro, pero os aseguro que por más que lo he intentado no puedo identificar ninguno. Es más, como he dicho antes, han cambiado mi forma de tocar en este tipo de formato de conciertos (escenarios sin amplis ni monitores), e incluso en el estudio de grabación. Cuando empecé a usarlos era reacio a llevármelos allí pero, hoy por hoy, hasta afino la batería con ellos puestos para escuchar realmente lo que se oirá en la grabación. Es algo que nunca he podido hacer eso con otros monitores, ya que no obtenía un sonido tan fiel a la realidad.
Podéis pensar que soy un pelota o que comercialmente me conviene hacer esta valoración, pero os aseguro que lo único que pretendo es explicaros cómo muchos músicos españoles podemos trabajar con una empresa seria, eficaz y que te trata con cariño, sin tener que mirar fuera de España con los inconvenientes de los envíos, la incertidumbre de saber si sonarán bien o no, o sentirte un cliente más de tantos. En EarProtech se trabaja de otra manera y yo, personalmente, no puedo estar más contento.